Como resumen de los aspectos generales de los vampiros, no tienen sombra ni pueden reflejarse en espejos o cristales, al igual que Drácula, por eso carecen de alma. Además, un vampiro tiene prohibido entrar en una casa a menos que lo inviten, y sus energías suelen ser limitadas durante el día. Por otra parte, el sol puede quemar su piel, por esta razón Drácula tiene las ventanas de su casa cerradas ya que teme a la luz del sol. Antes del amanecer regresan a su sepulcro para descansar y protegerse de la luz, lo mismo pasa con Drácula, que duerme en un ataúd. Suelen repeler el contacto con el agua o con grandes corrientes. Además, pueden vivir sin respirar oxígeno y se alimentan de la sangre de los humanos, como Drácula que en un principio se alimenta de sangre de animales y más tarde de humanos. Tienen un aspecto pálido y una piel suave al tacto. Por último, algunos vampiros pueden volar y se dice que los vampiros utilizan el viento como principal medio de propulsión.